Como gremio tenemos la firme convicción que parte esencial de nuestro rol es elevar los estándares de ética y trasparencia de nuestras empresas asociadas, para que estén en sintonía con los cambios de la sociedad, aportando al bien común y a la construcción de vínculos basados en la confianza.
Bajo esta premisa, hemos modificado nuestros Códigos de Ética y Buenas Prácticas, incorporando la obligación de transparentar las transferencias de valor que realicen las compañías socias de la CIF a los profesionales de la salud, organizaciones e instituciones médicas, y a las asociaciones de pacientes. Esto se realizará en una plataforma centralizada de datos abiertos, cuyo objetivo es garantizar que la relación de la industria farmacéutica con los distintos actores del ecosistema de salud sea transparente y conocida por todos y todas.
En esta plataforma, las compañías farmacéuticas asociadas al gremio reportarán trimestralmente las transferencias de valor realizadas, la entrega de muestras médicas y las invitaciones a seminarios u otras instancias. Estos reportes serán publicados en una plataforma online de libre acceso donde se podrá identificar el origen y el receptor de dichas transferencias. Es decir, se conocerá la compañía farmacéutica que realiza la transferencia y la organización o instituciones que la recibe, su monto, fecha y el concepto bajo el que fue realizada. En el caso de los profesionales de la salud, se publicarán los datos del receptor, para lo cual las compañías asociadas al gremio deberán obtener previamente su consentimiento. Toda la información publicada se hará con total apego a la legislación nacional, especialmente en materia de protección y tratamiento de datos personales.
La colaboración y articulación transparente entre todos los actores de la sociedad: Estado, sector privado, organizaciones civiles y profesionales, es esencial para la construcción de buenas políticas públicas.
Invitamos a todas y todos los profesionales de la salud, las organizaciones e instituciones médicas y de las asociaciones de pacientes y a todos los laboratorios farmacéuticos no asociados a la CIF, a sumarse a esta transformación cultural que permitirá la construcción de relaciones de mayor confianza entre los distintos actores. Iniciar este cambio es un imperativo ético, por lo que creemos que esta iniciativa es un pequeño aporte para transitar este camino.